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sábado, 24 de julio de 2010

Max Hávelaar


Max Hávelaar
. Multatuli. Ed.Los Libros de la Frontera. 448 págs. 21,5 €


(pág. 19)
No creo que haya escrito nadie tanto y de tantos modos o con tantos géneros literarios contra la autoridad y el poder como lo ha hecho Multatuli.



(pág. 18)

Y Multatuli, así como demostró que no tenía miedo de luchar contra bandas o partidas de facción ni contra logreros poderosos, así tampoco se le encogió el ombligo para sacudirse dogmas y rutinas, y lancear hasta sangrarlos los odres de espiritualidades confusionistas, puros alcoholes que conservan bien las neuronas sin hacerlas progresar... dentro de un frasco. Una inteligencia que no se arredra ante ningún sagrario y reduce todos los respetos, las convenciones y las consideraciones a la viva verdad nuda y desnudadora.




En 1860 aparecía en Amsterdam una novela que, según las propias palabras de un diputado, “hizo estremecer a la nación”: Max Hávelaar. Para darse cuenta del golpe asestado a la aletargada vida pública holandesa de entonces, así como del genial acierto con el que el autor había atinado plenamente con su golpe, hay que representarse la vida de la época en Holanda, época en la que la literatura era monopolio de unos cuantos burgueses bien pensantes, para quienes no había nada tan desagradable como el que se les molestara en su calma chicha y quienes, además, manipulaban la política. Por si fuera poco, el hombre que había asestado golpe tan magistral era un perfecto desconocido, llamado Eduard Douwes Dekker, de 40 años, y, desde la publicación de su libro, hecho ya todo un personaje renombrado bajo el seudónimo de Multatuli.

Multatuli nació en Amsterdam en 1820 y murió en Nieder-Ingelheim (Alemania) en 1887. Funcionario del gobierno holandés en las Indias Orientales, su obra máxima, Max Hávelaar, publicada en 1860, narra casi punto por punto su propia experiencia, poniendo de relieve las injusticias y la corrupción de la administración colonial. Max Hávelaar ha sido traducida a la mayoría de los idiomas cultos, y podemos considerar a Multatuli, en palabras de Francisco Carrasquer, profundo conocedor de la literatura neerlandesa y traductor de la novela, como un escritor en la línea que va de Cervantes a Machado.

(catálogo editorial)


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